Desgaste Dental

Bruxismo Dental

¿ Rechinas, crujes o aprietas los dientes ?


Desafortunadamente, los seres humanos tenemos un cuerpo frágil y vulnerable y aparte que no es rival para el tiempo; nuestro cuerpo envejece y con ello, también lo hacen nuestros dientes, los cuales sufren una serie de alteraciones y desgastes propios de la edad aunque mas frecuentemente sufren desgaste por malos hábitos, descuido o deterioro.

 

El bruxismo es un TRASTORNO  muy complejo, no es una enfermedad... mas bien es una condicion donde inconcientemente rechinanamos, crujimos o apretamos los dientes. Si tienes bruxismo, es posible que, de manera inconsciente, aprietes los dientes, cuando se esta despierto (se llama bruxismo diurno) se da cuando estamos muy concentrados en nuestro trabajo, estudios, nuestra serie de television o libro favorito, o cuando nos enojamos; o también pudiera presentarse apretamiento mientras se duerme (bruxismo nocturno), lo malo del bruxismo es que genera DESGASTE DENTAL.

 

El desgaste dental es la pérdida de tejido dental, es decir,  la perdida progresiva de cualquiera de las partes expuestas del diente. Esta pérdida de grosor, anchura o tamaño no debe preocuparnos en casos leves, pero si debemos inquietarnos si el envejecimiento o desgaste dental es prematuro; debido a diversos hábitos perjudiciales como; el bruxismo, el estrés, la perdida de los molares por cualquier causa, la mala mordida o incluso desgaste por sustancias químicas, como el acido estomacal cuando se padece reflujo o vómitos, el exceso en el consumos ácidos o bebidas carbonatadas y algunas drogas.

 

Hay varios tipos de desgaste que se pueden presentar en nuestros dientes, la mayoría de estas lesiones se presentan con una característica similar SENSIBILIDAD al frío, al calor, lo dulce, a lo ácido o al tacto.

 

El Desgaste por Abrasión:

Este tipo de desgaste se da a causa del contacto de objetos abrasivos con los dientes, la interferencia o el contacto continuo de objetos con los dientes como palillos de dientes, morder plumas o lápices, músicos con el plectro de guitarra, piercings en labios y lengua, entre otros... o por un cepillado demasiado vigoroso, con demasiada fuerza, muy frecuente o muy prolongado junto con el uso de cepillos demasiado rígidos y pastas dentales muy abrasivas.

La apariencia inicial de este desgaste es la de un pequeño surco en el área del contacto (habitualmente el cuello de los dientes, justo al borde de la unión entre la encía y el diente); en estado avanzado adquiere forma de una cuña con superficies pulidas y brillantes y de una coloración amarillo-marrón (puede palparse con la uña).

 

 

El Desgaste por Abfracción:

Este desgaste es muy similar al descrito anteriormente y suelen confundirse ya que se dan en el mismo sitio y se ven de una forma muy parecida, pero, en este caso la pérdida del tejido dental se debe a fuerzas biomecánicas propias de la masticación mal dirigidas. La fuerza ejercida tiene una dirección vertical y otra horizontal que generan tensión y compresión al cuello del diente. 

 

La compresión mecánica se transmite de la superficie más dura del diente (el esmalte) a la la estructura más débil del diente y con menos cantidad de esmalte, en estas áreas de tensión mas vulnerables, se generan microfracturas que a largo plazo resultan en una pérdida del esmalte y dentina. Este tipo de lesiones pudieran aunque no siempre apreciarse con superficies ásperas muy profundas y estrechas, con bordes muy afilados y un ángulo tipo cuña muy marcado.

 

El Desgaste por Atrición:

La competencia de dos superficies duras y de similares propiedades físicas, que se chocan repetitivamente causará siempre el desgaste de ellas; por tanto el choque de los dientes superiores con los inferiores también puede provocarles una pérdida progresiva de tejido dentario; este desgaste puede producir una daño mínimo en nuestra dentadura o bien, puede volverse patológica en el caso de las personas con bruxismo, en los que se produce, entre otras consecuencias, una excesiva destrucción dentaria. 

 

 

Las zonas de desgaste son los bordes incisales y caras oclusales (la parte del diente que muerde o choca con la del diente opuesto) estos desgastes se aprecian como superficies lisas y pulidas, en casos intermedios se pueden observar depresiones de color ligeramente marrón o más oscurecidas que el propio diente (pareciera un pequeño pozo bordeado por esmalte dental) y en estas áreas en los casos más extremos el desgaste es tan severo que llega al nervio y queda expuesta la cámara pulpar.

El Desgaste por Erosión / Corrosión:

La erosión también destruye gradualmente la superficie dental por la acción de agentes físicos no mecánicos (radiación) por agentes químicos no bacterianos (alimentos ácidos, carbonatados, una dieta excesivamente ricas en frutas ácidas, fármacos como la vitamina C, el ácido acetilsalicílico, el hierro, los ácidos del tracto digestivo asociados a vómitos o reflujo). La apariencia de unos dientes erosionados es mate, es decir que el diente no tiene brillo, son lisas y pueden aparecer cavidades redondeadas sin la rugosidad característica de la caries. En los casos más severos, se produce sensibilidad persistente. 

 

Consumir moderadamente algunas sustancias, realizar un correcto cepillado con los elementos adecuados y usar guardas o férulas de descarga para el bruxismo pueden minimizar el riesgo de sufrir lesiones por desgaste.


Ahora... ¿Qué es el Bruxismo ?

El bruxismo es un TRASTORNO  muy complejo que se expresa rechinando, crujiendo o apretando los dientes. Si tiene bruxismo, es posible que, de manera inconsciente, apriete los dientes cuando está despierto (bruxismo diurno) o también pudiera presentarse apretamiento mientras se duerme (bruxismo nocturno).

 

El bruxismo nocturno se puede considerar un trastorno de movimiento relacionado con el sueño. Las personas que aprietan o rechinan los dientes mientras duermen con frecuencia pueden padecer otros trastornos del sueño, como roncar o apnea (realizar pausas prolongadas en la respiración).

 

Es posible que no se requiera tratamiento para el bruxismo leve. Sin embargo, en algunas personas, el bruxismo puede ser frecuente y lo suficientemente intenso como para producir trastornos de la mandíbula, dolores de cabeza, daños en los dientes (desgaste) y otros problemas.

 

 

Debido a que puedes tener bruxismo nocturno y no ser consciente de eso hasta que aparecen las complicaciones, es importante conocer los signos y síntomas para buscar atención odontológica regular, en Llanas Dental podemos ayudarte.

-Los signos y síntomas del bruxismo son los siguientes:

  • Rechinar o apretar los dientes, con un sonido que puede ser tan fuerte como para despertar a la persona que duerma contigo
  • Dientes aplanados, fracturados, partidos o flojos
  • Esmalte dental desgastado, por lo que se ven las capas más profundas de los dientes
  • Mayor dolor o sensibilidad dental
  • Músculos de la mandíbula cansados o rígidos, o mandíbula trabada que no se puede abrir o cerrar por completo
  • Dolor o inflamación de mandíbula, cuello o rostro
  • Dolor similar al dolor de oído, pero que no es un problema del oído en realidad
  • Dolor de cabeza sordo que comienza en las sienes
  • Lastimaduras por morder la parte interna de la mejilla
  • Alteración del sueño

¿ Cuándo consultar al odontologo por bruxismo?

Consulte a su dentista si tiene alguno de los síntomas mencionados anteriormente o si tienes otra inquietud sobre los dientes o la mandíbula; si observas que tu hijo rechina los dientes, o presenta otros signos o síntomas de bruxismo, asegúrate de mencionarlo en la próxima consulta con su dentista.

Solicite una Consulta en Llanas Dental. 


Causas:

No se sabe el origen real de este Trastorno, un gran número de expertos en salud dental coinciden en que puede deberse a una combinación de factores físicos, psicológicos y genéticos; combinados con estrés y la falta de sueño pueden ser las causas principales de su aparición, existen otras teorías como la mala alimentación, una inadecuada alineación de los dientes, la presencia de trastornos respiratorios o incluso una mala postura al dormir.

 

El bruxismo cuando se está despierto puede deberse a emociones como ansiedad, estrés, la ira, la frustración o la tensión. 

Puede ser una estrategia de afrontamiento o un hábito durante la concentración profunda. 

 

 

Estos factores aumentan el riesgo de desarrollar bruxismo:

  • Estrés. El aumento de la ansiedad o el estrés pueden provocar el rechinamiento de los dientes. También la ira y la frustración.
  • Edad. El bruxismo es frecuente en los niños pequeños, pero suele desparecer en la edad adulta.
  • Tipo de personalidad. Tener un tipo de personalidad agresiva, competitiva o hiperactiva puede incrementar el riesgo de tener bruxismo.
  • Medicamentos y otras sustancias. El bruxismo puede ser un efecto secundario poco frecuente de algunos medicamentos psiquiátricos, como ciertos antidepresivos. Fumar tabaco, beber bebidas con cafeína o alcohol, o consumir drogas recreativas puede incrementar el riesgo de padecer bruxismo.
  • Familiares con bruxismo. El bruxismo nocturno suele ser un rasgo de la familia. Si tienes bruxismo, es posible que otros miembros de tu familia también lo tengan o lo hayan tenido.
  • Otros trastornos. El bruxismo puede estar relacionado con ciertos trastornos médicos y de salud mental, como enfermedad de Parkinson, demencia, trastorno de reflujo gastroesofágico (enfermedad por reflujo gastroesofágico), epilepsia, terrores nocturnos, trastornos relacionados con el sueño, como apnea del sueño, y trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Complicaciones

  • En la mayoría de los casos, el bruxismo no causa complicaciones graves. No obstante, el bruxismo intenso puede provocar: Pérdida de dientes, Daños severos a los mismos, a las restauraciones existentes, a a las coronas o la mandíbula
  • Dolores de cabeza relacionados con la tensión
  • Dolor de cuello o facial intenso
  • Trastornos que aparecen en las articulaciones temporomandibulares, que se encuentran justo delante de los oídos y que pueden sonar como un chasquido cuando se abre y se cierra la boca

¿Cómo se trata?

 

El tratamiento del bruxismo varía en función de su causa, pues puede estar asociado, además de a aspectos morfológicos, a alteraciones del sueño, de la conducta, al estrés ambiental y emocional. Por este motivo, puede ser necesario un tratamiento protésico, un enfoque protésico-periodontal o un enfoque multidisciplinario que puede llegar a incluir medidas  de índole psiquiátrico o conductuales.

En general, el tratamiento más extendido es el uso de una férula de desprogramación o de descarga, una placa de acrílico rígida que se sitúa en la estructura superior o en la inferior, elaborada y ajustada a la medida del paciente. Aunque esta férula no evita el apretamiento de dientes, sí alivia los signos y síntomas que produce y evita el desgaste de los dientes.

En casos muy avanzados, en los que se ha producido un desgaste muy severo de los dientes, pueden ser necesarios tratamientos odontológicos restauradores.


Si siente que tiene problemas de apretamiento dental Solicite una Consulta en Llanas Dental. 

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